lunes, 5 de mayo de 2014

Consumismo

Y cuando te vas
me siento un código de barra
Un sorteo por rifar,
un cartel en el Tilcara.
Un comercial de morondanga,
que no llena, sólo vende
Que sólo toca
y ya no siente.

Que es vacío, no da nada
no se recicla,
a la basura,
y lo volvemos a comprar.
Soy un comercial
de unos años aburridos,
donde el tiempo se ha escondido
intentando olvidar.
No sólo quiero ser un envase,
yo no soy esto
mi cuerpo
es mucho más.
Pero mi alma no te alcanza,
te la entrego y no te alcanza.
Porque no necesitas la mía,
sino cualquiera que venga a amar.
Y con un gesto bondadoso
yo me dono en corazón y cuerpo
para solucionar
tu necesidad
Más la mía es tu querer,
no te olvides, donde estés,
que el amor es entre dos.
Y ahora que me compraste,
no me regales,
ni me embrolles,
ni me tires,
recordarme, al menos,
por guardarme en un cajón.