sábado, 24 de noviembre de 2012

Mar


 Mirémonos antes de criticar al de al lado! Fijémonos si lo que recriminamos en los demás no es más que una falta propia! ¿Como pueden insultar al de al lado? ¿Cómo pueden maltratarlo? ¿Cómo pueden golpearlo y derribarlo al suelo sólo con palabras? Es que no comprenden...Verdaderamente no saben lo que dicen, no saben lo que hacen. ¿Acaso no pensaron si al otro le afecta?
Solamente ven lo que les falta. Solamente pueden ver la superficie, pero no lo profundo. Solamente rozan, no acarician. Solamente amagan, pero no actúan. Solamente dicen dicen y dicen por demás, pero no dicen lo que verdaderamente vale; aquello que sale del corazón. Y ni piensan, solamente se lanzan. No analizan, simplemente se vuelcan en un vacío desconocido como si fuese la pileta de su casa...y no comprenden que es mucho más que eso. Que este mar es mucho más profundo, es más azul, es más claro y a veces más oscuro. Que en este mar las olas van y vienen, no están quietas ni estancadas, se mueven constantemente como los sentimientos. No ven que en este mar tiran basura, que no es fácil de sacar. No pueden ver que en este mar mueren peces, mueren animales, muy en el fondo de este mar muere vida. 

 (Y así podría seguir por horas y horas....continuando tirandole basura al mar...que cada vez se vuelve más y más profundo por no querer saber nada del mundo, por que sin que nadie se interponga por sí solo puede mantenerse. Porque lo vivo seguiría vivo, lo limpio no se contaminaría, las aguas del mar calmarían y los oscuro ya no estaría más.)