martes, 2 de septiembre de 2014


Hacia los confines de la tierra,
yo contigo he de partir
con la luna, el sol y los jazmines,
en el manso río he de dormir.
Y si miro a tus ojos tiernos,
acompañándome en el camino
sé que con el pan y con el vino,
mi amor por Ti será eterno.
Es mi paso en el terreno,
pisa fuerte y no desgarra,
y con garra y con esmero,
mi Dios encontraré en la distancia.
No me alejo si recorro,
más en la montaña yo te veo,
sos mi amor y sos mi amante,
en el alma y cada paso,
elijo vida de caminante,
pero antes que nada,
conmigo siempre te llevo.