miércoles, 15 de enero de 2014

Recordando

Y ya no busco donde esconderme, porque en un invierno tus brazos se entrelazaron con los míos y no quise escapar más. Miento, diria otoño. Un otoño perfecto. Bicicleteadas, plaza, época escolar, hojas de árboles por doquier. Mi cabeza se empeñaba en complicarme la vida mientras que mi vida me esperaba en otro corazón: el tuyo.