miércoles, 19 de diciembre de 2012

Y pasaría el resto de mis días leyendo, sumergiéndome en historias que no son las mías pero las apropiaría. Imaginando ser quien no soy, para olvidar mi raíz y mi esencia. Estando en una novela, que lean quien soy. Que tenga muchas hojas, muchas historias que contar. Que de placer. Quiero hundirme en la lectura para olvidarme del mundo real, para ser parte de la fantasía, en la que los problemas son simples palabras, en las que las preocupaciones salen nada más y nada menos que de una cabeza autora. Quiero ser parte de un libro, quiero estar ahí. Que me guarden, que me llene de polvo y que años después se acuerden de mí en algún momento y vuelvan a leerme. Quiero estar en una historia. No acá. Estar en un cuento, vivir maravillada, perdiéndome entre palabra y palabra, renglón y renglón. Hoja tras hoja. Que se te cansen los ojos, que ya no encuentres posición cómoda para seguir leyendo. Olvidame como libro, olvidame como historia y como personaje. Ya no quiero ser parte de esto. Leeme una vez y no me leas más.