domingo, 23 de diciembre de 2012

Toca, Señor, mi corazón, quiero amarte de verdad; toca, Señor, mi corazón, lo que me diste quiero dar.
Mirame a los ojos, Señor mío, y quebranta mi egoísmo, rompe las barreras que me impiden que en mi vida estés vivo.
Mi amor limitado acrecienta, y mi entrega alimenta; dame el deseo ardiente de vivir siempre en tu presencia.
Que mi vida se confunda con la tuya, que ya nada me separe de Ti, todas mis cosas te perteneces porque Tú eres Rey en mí.