jueves, 13 de septiembre de 2012

"Quiero que los demás me quieran (?), que me aprueben, que me acepten, que estén contentos de conocer a una persona tan agradable y gentil como yo. Tengo miedo de que me rechacen, que me abandonen, que me critiquen, que no me quieran.
Y entonces, abro el baúl de los recursos y me disfrazo: una nariz redonda, un poco de colorete, un sombrero atractivo, unos zapatos graciosos y, sobre todo, traje y corbata (porque no hay que perder la formalidad...) Entonces te engaño, te estafo, te miento...

Vos aceptás mi disfraz, querés mi disfraz, admirás mi disfraz... Y si lo hago bien, quizás ni siquiera te des cuenta y creas que te estás relacionando conmigo.
Un día yo me doy cuenta y empiezo a echarte de menos.
Quiero que te contactes conmigo...conmigo de verdad.
Y me saco la nariz, el colorete, el sombrero, los zapatos, el traje y la corbata. Y guardo todo en el baúl de los recursos y guardo el baúl bien lejos, para que no estorbe el paso.

Ahora sí.
Ahora soy yo.
Vení conmigo.
Mirame.
Tocame.
Oleme.
Escuchame...
Soy yo.
Es cierto. Ahora muchas más personas me rechazan.
Es cierto que muchas menos personas me quieren.
Pero cuando te encuentro a vos,
a vos que me aceptás tal como soy...
¡Qué placer!
¿Te imaginás?
¡Qué placer!
No te disfraces para mí, lo que yo verdaderamente deseo
es estar con vos."