viernes, 9 de diciembre de 2011

No, no intentes disculparte. No juegues a insistir. Las excusas ya existían antes de ti. No, no me mires como antes, no hables en plural. La retórica es tu arma más letal. No se puede vivir con tanto veneno. La esperanza que me dio tu amor, no me la dio mas nadie, lo juro, no miento. No se puede vivir con tanto veneno. No se puede dedicar al alma a acumular intentos; pesa más la rabia que el cemento. Espero que no esperes que te espere después de mis 26: la paciencia se me ha ido hasta los pies. Y voy deshojando margaritas, y mirando sin mirar para ver si así te irritas y te vas. No se puede vivir con tanto veneno. No...no. No.