domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo implemento, o eso intento hacer.

(No puede ser. Busco lo clásico. Lo clásico que no me ate. Hoy, hace dos semanas cerré mi facebook. Bien, voy bien. Y sí, es todo un avance. Pensar que antes viciaba las 24 horas del día, y si podía una horita más también. Y ahora todo el mundo usa blogspot, que mal.)
De a poco voy aprendiendo a ocupar mis días y mis horas en otro tipo de cosas que me llenen un poco más el alma. Uso esto, pero midiendo qué y cuánto. Lo denomino algo así como "Diario Público" por eso mismo: lo íntimo, lo mío lo guardo para mí. ¿Que gracia tiene desperdiciar la vida de uno gritandola a los cuatro vientos? Y con este último término me refiero a ponerlo en una página web en la cual quién sabe quién lee qué. Por eso mismo, sigo implementando mi tarea de separar lo mío, con el resto. Yo acá puedo decir esta opinion, como muchas otras. Pero lo mío nunca va a estar. Asi que continúo con lo que implemento hace dos años mas o menos, escribo lo que llevo bien adentro en un cuaderno que guardo, que muy pocas veces muestro y puedo leer y usarlo cuando realmente quiero y lo necesito, y lo que necesito gritarle al mundo, lo escribo en este blog.
No está tan mal.