lunes, 7 de noviembre de 2011


Cómo te extraño nene, no sabes lo embolada que estoy. Me siento fuerte y débil a la vez, quizás eso sea el amor. Muero de miedo al pensar que soy yo la Da Vinci del show. Sí quiero en dos segundos terminó, pero no quiero, no. Te veo brillar en espontáneo y se me parte en dos el cráneo, ese que tanto amás. Desbaratás mi seducción, verte a vos es ver un camión y en tu sonrisa hay más de lo que sé merecer.
No sé si pueda llegar al final con esta sensación. Más bien puede que al final llegue a mí, el horizonte se acercó. Todas las chapas del condado no me alcanzan si estoy contra mí. Da pánico estar vulnerable, nunca nadie me sonrió así.
Brillás y yo ya te miro. Miro como es que te miran. Mientras vos me mirás. Como una demente te percibo con la gente de otra gente. Egoísta no te vivo, teniendote hermoso enfrente.
Y hoy contribuyo, lo sé, con este karma de andar topándome con desafíos, que desafían el carácter de cabrio lejos de funcionar como una alarma.
Pasó lo peor de la tormenta y no me voló el peluquín. Necesito contarme alguna historia que haga surgir algo del fin. "Serás aquello en lo que enfoques", dijo un curda y le dio al Termidor. "Si enfoco en vos me vuelvo hermoso" gracias, beso al curda y me voy.
Brillás y yo me pongo al lado, al menos me brilla un costado que es más que no brillar. Mi ser no es hasta mi pellejo, me veo en tus ojos de espejo, por eso te quiero al lado. Mi exterior es mi reflejo.
Hasta la próxima vez, mi viejo karma de andar topándome con desafíos... Y como parte de mí, en mi concluye. Pero no sin transformarse en el camino. De que color serías falso destino, si muriéndome lo nuestro se destruye.

(Adaptación de "Viejo Karma!"-Las Pastillas del Abuelo)