lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Que pasó tiempo? Me dejaste terriblemente atrás. Estoy muy atrás y no te alcanzo. No llego al ahora porque me perdí en el trayecto, en la mudanza; me perdí en el cambio. Estoy de cabeza. Pero estoy bien. No entiendo nada, pero estoy super bien. Quiero entender, pero aún así me conformo. Y tampoco sé porqué me conformo.
Parte de mi se preocupa, pero no la gran parte. No encuentro interés, sino que siento que miro más allá de todo, más allá de lo que "debería preocuparme". Siento que puedo ver más allá de mis problemas, de mis agonías, de mis incomprensiones, de mis heridas, de mis pensamientos que viven matándose entre sí. Siento que traspaso todo eso, pero mínimamente está. Está, pero yo quiero ver sobre todas esas cosas. Y, cuando lo logro, encuentro una alegría enorme. Empiezo a darme cuenta que cosas tontas quizás se vuelven realmente importantes. Una sonrisa, una palabra, un gesto, un "gracias". Y son cosas que dije muchas veces, suelo repetirlo porque suelo olvidarme cuando estoy ciega. En los momentos como ahora que encuentro esta felicidad es cuando lo noto y me doy cuenta que siempre estuvo pero la diferencia es que ya no me niego a verlo todo.
Hoy en mi vida no tengo de que quejarme, disfruto la vida, pido perdón, agradezco, creo, voy al movimiento, estoy aprendiendo en canto, toco la guitarra, mi cable a tierra, tengo una familia hermosa a la cual amo, tengo amigos estupendos los cuales son irreemplazables y también tengo esa gente que con sonreírme o hablarme me alegran el día. Soy muy feliz, soy una persona plenamente feliz y lo quiero gritar a los cuatro vientos!
Toda etapa termina, toda etapa comienza. Si derrepente cae todo lo malo como una bolsa de papas, atrás siempre viene la buena. Así me lo dijo una amiga, palabra más, palabra menos. Resultó ser que ella tenía razón.