sábado, 16 de julio de 2011


Hoy tu amor por mi pasó, todo mi cuerpo tembló. Pues por mí él se entregó. Ya soy libre. A su lado me quedé y yo todo lo dejé, toda mi vida entregué. Ya soy libre. Bendito, bendito es el amor de Dios para siempre.

Descubrí que la Fe es mi combustible y mi motor. Es lo único que logra llenarme por completo y la base de mi felicidad.
Elijo vivir siendo creyente, en comunidad.