lunes, 6 de junio de 2011

A veces me pregunto ¿por qué yo? Y sólo me respondes "porque quiero". Es un misterio grande que nos llames, así tal como somos a tu encuentro. Entonces redescubro una verdad: mi vida, nuestra vida es un tesoro. Se trata entonces sólo de ofrecerse con todo nuestro amor esto que somos. Esto que soy, esto es lo que te doy. Esto que somos, es lo que te damos. Tu no desprecias nuestra vida humilde. Se trata de poner todo en tus manos. Aquí van mis trabajos y mi fe, mis males, mis bajones y mis sueños. Y todas las personas que me diste, desde mi corazón te las ofrezco.
Vi tanta gente un domingo de sol. Me conmovió el latir de tantas vidas. Y adiviné tu abrazo gigantesco, y sé que mis historias recibías. Por eso tu altar luce vino y pan. Son signo y homenaje de la vida, misterio de ofrecerte y recibirnos, humanidad que Cristo diviniza.
¿Qué te daré? ¿Qué te daremos? ¡Si todo, todo es tu regalo! Te ofreceré, te ofreceremos esto que somos...esto que soy. Eso te doy.