viernes, 6 de mayo de 2011

Este tiempo me di cuenta de muchas cosas buenas que me estuvieron pasando.
Punto uno, me di cuenta que quizás todo lo que viví, eso que tanto tiempo duró y que tan mal me hizo, fue solamente para alcanzar mi presente. Toda esta felicidad, no creo que se hubiera logrado sin todo lo que viví, porque cundo lo pienso, una cosa lleva a la otra. Si no me hubiera sentido tan perdida, tan lastimada, no hubiera optado por rezar. Y probablemente nada hubiera pasado sin ese rezo. Todo lo que pedí sucedió, de a poco. Hoy, después de meses de aquella noche, noto todo lo que el de arriba hizo y está haciendo constantemente por mí.
Punto dos, siento que recibo más de lo que doy. Consecuente al punto uno. Estos días recibí muchas sorpresas, muchas señales. Él me enseño que si algo malo sucede él está, que todos los problemas inútiles que me hago, realmente no son problemas; que todo tiene solución. La fe te salva! Noticias buenas, buena gente, buena onda, mucho amor.
Punto tres, el amor está en todas partes. (Hablando de amor.) Y quiero responder a eso. Yo sé que hay grandes cosas que el de arriba tiene planeadas para mí, tiene una historia escriba que sé que se va a cumplir, estoy segura de eso. Y me di cuenta! de lo que él quiere para mí. Todo me lleva a lo mismo, todo me lleva a ese lugar, a ellos, a su amor. Todo me lleva a que sienta el alma inmensamente llena, completamente feliz. A pesar de la actualidad, de todo lo que pasa a mí alrededor. Ahora aprendí que si quiero estar mal, es simplemente es porque esa es mi elección. Porque, si me pongo a pensar en todo lo que recibo soy feliz. Completa e inmensamente feliz.