lunes, 23 de mayo de 2011

-Dime por qué lloras.
-De felicidad.
-¿Y por qué te ahogas?
- Por la soledad.
-¿Y por qué me tomas? Fuerte así, mis manos y tus pensamientos te van llevando.
- Yo te quiero tanto.
-¿Y por qué será?
-Loco testarudo, no lo dudes más. Aunque en el futuro haya un muro enorme, yo no tengo miedo, quiero enamorarme.
- No me ames porque pienses que parezco diferente.