domingo, 16 de enero de 2011

Todo pasó, si, todopero viró el recuerdo con el viento. Bravia de rencor, sopló tu pasión, y dispersaste escuadrasvictoriosas. Desojaste. Gaviotas. ¿Cómo olvidar tu empapada catástrofe? Tu resentido cabello bate el viento. Todo paso, si, todo. Silencio enmudecido. Quillas sepultadas. Turbio brindis. Quebrado toleaje. Vuelta campana. Todo pasó, naturalmente, es cierto. Todo quedo en sangrientos arrecifes. Pero a mis pies una gaviota llegó. Flotando, empetrolada.

La tempestad. Carlos Ariel Pardiñas. “La ráfaga-poemas.”