lunes, 8 de noviembre de 2010


La soledad pone casa en mi corazón, la nada habita en mis ojos, en mi alma solo vivo yo misma. De mi boca escapan las palabras que nadie oye, y mis odios solo escuchan el sonido del silencio. Ya n tengo a quien hablarle ya no se hacia dónde ir, ya nose cuando estoy, cuando no. Porque para algunos soy todo, y para otros nada. Porque me inventan cuando no estoy, y cuando estoy, me ignoran. Y no entiendo porque no hay quien me entienda. Solo aquel que está en mi lugar, que vive la soledad como yo. Que ya no huye de ella, porque por más lamentable que sea uno se va acostumbrando a su compañía y cuando menos lo nota, la acepta. Y termina estando sin más nadie que con uno mismo, esa misma persona capaz de decir que hacer, como actuar. Porque no hay nadie más que uno mismo, quien puede tomar sus propias decisiones. Yo no sé cómo pude aceptarla, pero la soledad aquí está, solamente conmigo y ya no me molesta, porque es mi única compañía.