martes, 3 de agosto de 2010

Minuto a Minuto.

23:14 El mundo respira.
23:15 El mundo está perfecto.
23:16 Cambia el mundo.
23:17 Sentimos que nos adueñamos del mundo.
23:18 NUESTRO mundo se arruina.
Que extraño es como las cosas pueden cambiar minuto a minuto. Nuestros pensamientos cambian, nuestro punto de vista cambia, Cambian nuestros ojos, cambian los sentimientos, los del corazón. Ese corazón que late, vive y muere a cada segundo, a cada minuto. En ese minuto en el que el mundo se da vuelta, en el que somos capaces de volverlo a girar, con tal de que todo sea así, que sea como queremos. [Manía constante de los seres humanos, los caprichos].
Pasamos de odiar, a amar. De sentirnos alegres, con la mejor noticia que pudiéramos tener, a arruinarnos, por la mas mínima palabra, el mas mínimo acto.
Teniendo miles de motivos para sonreír, nuestro alma, opta por la tristeza, y hace que todo eso se libere atraves de la locura total, las lágrimas. Derrepente, nuestros ojos se hinchan, se irritan, nuestra cara palidece, estamos inmóviles, enloqueciendo por dentro y derramando gotas de tristeza por fuera. Con un simple y estúpido motivo negativo, y mil alegres a festejar. ¿Y porqué será? ¿Será la importancia? ¿O por el simple hecho de que la tristeza vence la felicidad? Quizás puede ser porque nos sentimos más afectados por lo negativo, porque no valoramos lo positivo. Mil preguntas, cero respuestas. El alma se arruina, minuto a minuto, todo cambia y enloquecemos.