martes, 3 de agosto de 2010

Desde el momento en el que te conocí, resumiendo con prisas tiempo de silencio. Te juro que a  nadie le  he vuelto a decir que tenemos el récord del mundo en querernos.  Por eso esperaba con la carita empapada que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,  porque ya sabes que me encantan esas cosas que no importa si es muy tonto, soy así.  Y aún me parece mentira que se escape mi  vida imaginando que vuelves a pasarte por aquí,  donde los viernes cada tarde, como siempre, la esperanza  dice "quieta, hoy quizás sí..."  Escapando una noche de un bostezo de sol me pediste que te diera un  beso. Con lo barato que  sale mi amor, ¿qué te cuesta callarme con uno de esos?